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Los medios de los movimientos sociales. A vueltas con el concepto y la aplicación del tercer sector de la comunicación
Históricamente, la comunicación alternativa ha sufrido una triple invisibilización: en la historia social del campo; en relación con medios públicos y comerciales; y en el ámbito de las teorías de la comunicación (Sáez Baeza, 2009). No obstante, el interés por la comunicación comunitaria y ciudadana se ha revitalizado y multiplicado desde principios de 2000, una cuestión derivada de la publicación de libros y compendios de referencia (Downing, 2001, 2010; Rodríguez, 2001; Atton, 2001, 2015); su progresivo reconocimiento a nivel regulatorio (Reguero y Scifo, 2010) y la propia incorporación de tecnologías de bajo coste (Internet, telefonía móvil, etc.) que facilitan la aparición de nuevos repertorios de protesta, o la expansión de mensajes contraculturales. En España, el término de Tercer Sector de la Comunicación se ha ido popularizando en tiempos recientes para definir y caracterizar a un escenario mediático que suele definirse “en oposición” a otros dos: un ámbito de medios alternativo frente al binomio tradicional de medios públicos y comerciales; un espacio liderado por las bases sociales frente al liderazgo político-institucional y los medios al servicio de empresas y corporaciones; y un tercer sector que se concibe para la promoción de bienes y servicios comunes (commons) frente al servicio público (de los medios gubernamentales) y la lógica del lucro (de los comerciales). No obstante, este sector no debe definirse únicamente por una relación de oposición o desafío con respecto al resto de sectores, sino también por el “valor añadido” que este ofrece, entre otros: abanderar nuevas agendas y modelos de enmarcado; diversificar las vías de financiación y organización de un proyecto; mantener la independencia frente a grupos de interés político y económico; y concebir las audiencias, no como clientes, sino como ciudadanía que ejerce su derecho a la comunicación. La comunicación que presentamos tiene por objeto problematizar la etiqueta del tercer sector de la comunicación y pensar la adecuación de la misma a un conjunto de casos en el contexto español según su formato (prensa, radio, vídeo, online, etc.) y modelo de organización (comunitarios, educativos, cooperativos, etc.). Se trata de verificar hasta qué punto los proyectos y procesos comunicativos-otros que emergen en España durante la democracia intersectan con otros imaginarios mediáticos y ciudadanos hasta conformar un modelo de periodismo social (Cytrynblum, 2009), comprometido con la promoción del debate público (Haas, 2007), las luchas feministas (Vera y Postigo, 2011), la transición ecológica (Chaparro, 2020), 2020), o los derechos humanos (Shaw, 2012). A partir de la aplicación de una categorización deductiva a un conjunto de experiencias mediante metodología del estudio de caso múltiple (Gustaffson, 2017), la comunicación observará qué es lo común a estos proyectos y cuáles son las diferencias en relación con sus límites legales y políticos, sus modelos de financiación, su sistema organizativo, su apertura a la ciudadanía y los problemas ambientales o su uso de la comunicación estratégica mediada o no mediada. La comunicación indagará en debates propios del área –alternatividad, macro/meso/micro, formal/informal, profesionalización/participación, con fines lucrativos/sociales, etc.- para profundizar en la nueva categorización de tercer sector de la comunicación.