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Entre sujeto y objeto sexual: Un análisis decolonial de la sexualización y el fenotipo racial en la música comercial más escuchada en España
Este estudio tiene como objetivo explorar las representaciones de los videoclips de las canciones más escuchadas en España, en 2009 y 2019, considerando dos variables: 1) la sexualización (Attwood, 2006) y 2) el fenotipo racial (Maddox, 2004; Maddox & Perry, 2018) La sexualización es una característica casi inherente a la producción cultural contemporánea y la música comercial no es una excepción en este respecto. De hecho, la música comercial tiende a representarla de manera más agresiva (Illescas-Martínez, 2017), llegando a reproducir a menudo la objetificación (cosificación) del cuerpo (Fredrickson y Roberts, 1997) Puesto que los videoclips musicales pueden contribuir a reforzar ideologías, comportamiento y creencias, y que la música es el producto cultural más consumido en la actualidad, el análisis de sus representaciones ha despertado gran interés desde la academia. Sin embargo, el neoliberalismo sexual (de Miguel, 2015, 2019) del que la música comercial parece hacerse eco, esconde un conjunto de diferencias que oscurecen varias realidades sociales y, de manera especial, aquellas de grupos históricamente marginados. Esta comunicación realiza un análisis interseccional (Crenshaw, 1989) de la relación entre la representación sexual y la racialización, especialmente pertinente desde la diferencia entre subjetificación (Gill, 2009, 2007, 2017), como representación individual; y cosificación, como la transformación del individuo en meras partes de un(os) cuerpo(s). La metodología utilizada se basa en un análisis de contenido cuantitativo y cualitativo (Krippendorff, 2004) de N=50 videoclips más populares en España, en los años 2009 y 2019, a partir de la combinación de los listados de Spotify, Bildboard y Los40Principales, respectivamente. El análisis se organiza en dos grupos: 1) artista(s), donde se considera la representación de las y los cantantes, y 2) otros participantes, que acompañan el videoclip. Este segundo grupo se subdivide en: 2.1) participantes protagonistas, cuya representación se destaca dentro de la narrativa, y 2.2) participantes generales, quienes rellenan las tomas del videoclip. En el análisis se incorporan la perspectiva crítica posfeminista (Gill, 2017) y la perspectiva decolonial (Lugones, 2008). Entre los principales resultados se destaca que la sexualización femenina es ampliamente mayoritaria. La subjetificación sexual se encasilla en las y los artistas que, en el caso de las artistas femeninas, pasaron de ser fenotípicamente blancas en el 2009, a ser blancas y mestizas para el 2019. En el grupo de participantes protagonistas, se identifica que en 2009 la mayoría de los cuerpos sexualizados fueron de mujeres blancas y de hombres blancos, morenos y mestizos; mientras que, para el 2019, los únicos casos fueron cuerpos mestizos, tanto femeninos como masculinos. Por su parte, en el grupo de participantes generales, los cuerpos más cosificados, tanto femeninos como masculinos, fueron fenotípicamente negros, en ambos años. Se concluye que la cosificación de cuerpos racializados puede sostener y reforzar estructuras de poder/dominación que minan sus representaciones, aunque persigan los mismos ideales que supuestamente promueven las mujeres y los hombres artistas.