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VIII Congreso Internacional de la AE-IC, Barcelona 2022

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El coloreado de fotografías y films en la era de la posverdad digital: Reflexiones sobre el uso del blanco y negro en el contexto de la desinformación.

Justificación y objetivos de la investigación: En los últimos años hemos asistido al estreno de documentales como La II Guerra en color (Jonathan Martin, Reino Unido, 2009), Ellos no envejecerán (Peter Jackson, 2018) o España en dos trincheras. La Guerra Civil en colores (Francesc Escribano, Lluís Carrizo, 2016), caracterizadas por la coloración de materiales fílmicos originalmente registrados en blanco y negro. En palabras del historiador británico Antony Beevor, el coloreado de las viejas películas documentales es “hacerlas reconocibles para una generación joven”. Desde incluso antes de la aparición de la fotografía, los primeros inventores expresaron su deseo de reproducir color, que desde bien pronto fue posible con el coloreado manual de fotografías (Sougez, 1981; Newhall, 1983; Lemagny y Rouillé, 1988; Frizot, 1998). La reciente publicación de la obra El color del tiempo. Una historia visual del mundo 1850-1960 (Amaral y Jones, 2021), que incluye la publicación de 200 fotografías de alto valor histórico y documental, originalmente en blanco y negro, pero coloreadas con técnicas digitales muy sofisticadas, debe suscitar una reflexión sobre los esfectos y las implicaciones ideológicas del coloreado de fotografías y películas. Estado de la cuestión: Cuando en los años 80, Time Warner decide colorear películas clásicas como El halcón maltés (Howard Hawks, 1941), Casablanca (Michael Curtiz, 1943) o ¡Qué bello es vivir! (Frank Capra, 1946), algunos grandes cineastas como Woody Allen, John Huston, Fred Zinnemann o Martin Scorsese, entre muchos otros, manifestaron su indignación por lo que consideraban un auténtico ultraje, que alteraba la materialidad de los films intervenidos. La reciente publicación de El color del tiempo ha reabierto este debate, en esta ocasión en el campo de la fotografía, que ha dividido a los técnicos en coloreado y posproducción digital frente a una buena parte de la profesión fotográfica. Hipótesis y metodología: Nuestra hipótesis se basa en la consideración de la utilización del blanco y negro como una opción discursiva cargada de significaciones, y que en ningún caso debe interpretarse el uso del blanco y negro como una carencia o falta en la expresión fotográfica (Marzal, 2007). Algunos estudiosos como Saskia Sassen (2011), Mangia (2014), Elisabeth Edwards (2019), Pastor (2019), etc., desde posiciones teóricas, se alinean con este planteamiento, como también muchos profesionales de la fotografía que proclaman las cualidades estéticas que posee la fotografía en blanco y negro (Adams, 2002; Freeman, 2005; David, 2010; Hoffman, 2011) Resultados y conclusiones: La investigación que desarrollamos se propone profundizar en las razones que explican el auge de la técnica del coloreado en cine y fotografía que cabe poner en relación con el actual contexto de la expansión de las llamadas deep fake, modalidad más incisiva de fake news, en el contexto de la desinformación, en tanto que son técnicas descontextualizan la producción de las imágenes. En definitiva, nos hallamos ante espectadores y audiencias que carecen de la alfabetización mediática necesaria para entender estas representaciones en el actual contexto de la posverdad.

Javier Marzal-Felici
Universitat Jaume I-Departament de Ciències de la Comunicació
España

Maria Soler-Campillo
Universitat Jaume I
España

 


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