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Online - Corrección política y cultura de la cancelación en las narrativas audiovisuales contemporáneas: La nueva censura recibida y ejercida por la ciudadanía occidental.
Los objetivos de la presente investigación son los siguientes: Relacionar la «cultura de la cancelación» con la censura en el cine contemporáneo, así como en otras áreas artísticas como pudiera ser la literatura o la música, explorar el potencial de la victimización en el contexto actual y descifrar si existen suficientes señales, desde ámbitos estrictamente sociológicos, para vislumbrar una sociedad en la que peligra la libertad de expresión en la cultura, donde la ciudadanía es la primera censora y ejecutora, al mismo tiempo, de una lógica social Orwelliana y Foucultiana. En definitiva, saber si sigue peligrando la libertad de expresión ideológica y la tolerancia a disentir frente al «otro». En la década de los años veinte del pasado siglo nació la MPPDA (Motion Pictures Producers and Distributors of América), cuyo primer director fue el político William Hays. Este político creó un código que llevaba su propio nombre para proponer “criterios de «buen gusto» para las películas”, esquivando que el cine tratará temas como “el adulterio, la infidelidad y la prostitución” (Solórzano, 2020, p. 82). Así pues, según Solórzano (2021, s/p), el código Hays parece estar imperando de nuevo en la actualidad debido al exceso de corrección política. Asimismo, nacen las siguientes preguntas de investigación: ¿Se está retrocediendo a una lógica de «criterios de buen gusto» sustentado por la hegemonía cultural? ¿Son los ciudadanos de las sociedades contemporáneas más tolerantes con las ideas contrarias o se procede a un estado de extrema agresividad disfrazada de victimización? Según Hanán (2020, p. 46), la tendencia de lo políticamente correcto ha llegado a desterrar en la actualidad obras clásicas como Moby Dick, La llamada de lo salvaje, Farenhheit 451 o Las uvas de la ira de los colegios por razones como “la presencia de injurias, malas palabras o razones tan insabibles como «conflictos con los valores de la comunidad»”. Incluso, en el momento actual, se ha pidió, en 2020, la censura en Estados unidos del largometraje Lo que el viento se llevó de la plataforma HBO Max, con éxito, y se ha podido ver el ejercicio de una quema de libros en Canadá, sucedida en 2019 por motivos ideológicos. Por todo ello, la hipótesis de la que se parte es que la ciudadanía está viviendo la suerte de una nueva censura en nombre de movimientos como el «Wokismo» o de la «cultura de la cancelación» en redes, cada vez con más mecanismos para lanzar piedras al ámbito personal del individuo. Asimismo, la metodología empleada para este estudio ha sido una revisión de literatura de carácter exploratorio y descriptivo en los portales Wos y Scopus. En consecuencia, los resultados denotan que los ciudadanos viven saturados de un flujo de información constante que les hace buscar el conflicto, asunto en el que influyen bastante las artes y la comunicación, haciendo de la discrepancia un motivo suficiente para tachar una obra, persona o empresa. Como conclusión, la libertad de expresión está en serio riesgo debido a la estructura panóptica que perciben los civiles en las sociedades modernas.