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La actitud de los menores y de sus progenitores ante el acoso y el ciberacoso
El objeto de esta comunicación es entender cómo se manifiesta el bullying y el cyberbullying, su incidencia entre los menores, su frecuencia, el daño que ocasiona y cómo lo perciben los niños y las niñas y también los progenitores. A partir de los resultados de las encuestas de EU Kids Online para España, una realizada en 2018, a 2.900 escolares españoles de entre 9 y 17 años, y otra en 2019, a 850 padres y madres, se ha explorado el fenómeno de acoso y el ciberacoso desde la perspectiva de los menores y desde la perspectiva de los progenitores sobre daño que puede afectar a sus hijos, su capacidad de ayuda y la capacidad que tienen sus hijos de enfrentarse con el problema. El 33% de los niños, niñas y adolescentes españoles afirmaron haber sido víctimas de bullying offline u online en el último año, y tres de cada cuatro declaran haberse sentido molestos, siendo unos índices de los más altos de Europa, después de Polonia (Smahel et al., 2020). En su conjunto, estos valores son ligeramente superiores a los recogidos en 2015, y duplican largamente los de 2010. La incidencia del acoso está fuertemente estructurada por la edad y aumenta en función de ésta. En relación al género, el porcentaje de niñas afectadas (37%) es superior al de niños (30%). Tres de cada cuatro menores afirman que si tienen problemas buscan o piensan soluciones y que pueden resolver la mayoría de los problemas si se esfuerzan. A este análisis de las experiencias de ciberbullying con un enfoque centrado en el menor (child centered approach) (Kalmus & Ólafsson, 2013), se le suma la perspectiva de los progenitores sobre riesgos específicos a los que pueden estar expuestos sus hijos e hijas, entre los que se encuentra el cyberbullying y sobre posibles situaciones de daño que les pueden afectar, su capacidad de ayuda y la capacidad de enfrentamiento a estas situaciones por parte de los menores. Los resultados muestran que padres y madres españoles suelen subestimar riesgos o situaciones con contenido potencialmente dañino a las que sus hijos e hijas se enfrentan, no obstante, el 44% de los progenitores tiene la percepción de que sus hijos e hijas tienen la capacidad de enfrentarse “bastante o totalmente” a situaciones de daño, y está fuertemente relacionada con la edad del menor, si bien las diferencias atendiendo al género son pequeñas.